Diferentes instituciones públicas y privadas y empresas vienen trabajando desde hace meses en la puesta en valor del sector de usos públicos del Paisaje Protegido Lago Urugua-í, en Puerto Libertad. Se trata de una zona que constantemente recibe muchos visitantes pues es la única en la que está permitida bajar al espejo de agua para navegar. Además, residen muy cerca de allí dos comunidades de pueblos originarios, las aldeas Guapo-í y Nuevo Amanecer.
Lo que empezó como idea de unos pocos pronto fue cosechando una importante adhesión y hoy la iniciativa ha cumplido con éxito los primeros pasos.
La actividad inicial fue la recolección de residuos y la colocación de cartelería para la concientización. Luego vinieron las charlas y talleres de Educación Ambiental en la escuela de la comunidad Guapo-í. En esa tarea se trabaja en conjunto con diferentes organizaciones y policías de la División de Defensa del Medio Ambiente.
El proyecto tiene como objetivo además la recuperación del puesto de guardaparques que alguna vez funcionó en el lugar, además la construcción de un sendero de interpretación para los visitantes y un vivero de especies nativas.
En esta iniciativa lo primordial es el trabajo colaborativo y la articulación permanente. Están involucrados vecinos, el Club Náutico Lago Urugua-í, la Municipalidad de Puerto Libertad, la empresa de turismo Awasi, la comunidad mbya guaraní Guapo-í, la División de Defensa de Medio Ambiente de la Policía y guardaparques del Lago Protegido y del Parque Provincial Puerto Península. Son responsables del proyecto el Jefe del Paisaje Protegido Lago Urugua-í, guardaparque Víctor Zemunich; el guardaparque Omar Machado, del área protegida; Cristina Da Silva, colaboradora del paisaje y quien actualmente desarrolla trabajos en la reserva San Sebastián de la Selva, Corredor Biológico Urugua-í-Foerster; y la docente Fernanda Venditti, quien se desempeña en la reserva privada Yvytú.
En agosto, el grupo recolectó madera y materiales reciclados en aserraderos de Comandante Andresito. Luego preparó la madera (lijado) y la trasladó a Libertad, donde la pusieron en condiciones para utilizarla en carteles de concientización de cuidado y protección del área.
Al mes siguiente, con las manos de los integrantes de la aldea Guapo-í más de los voluntarios y guardaparques hicieron los carteles y en una jornada intensa, emotiva y divertida, con juegos y otras actividades de sensibilización, se recolectaron residuos y colocaron los carteles.
Días después, en la continuidad del proyecto, visitaron a la escuela de la comunidad guaraní y se hizo entrega del “EcoABC Misiones Nuestra Identidad”. Asimismo, se realizaron charlas de concientización, juegos y recorridos de senderos con avistaje de aves con los chicos.
También se avanzó con la limpieza, la poda de árboles y el retirado de malezas de los alrededores del antiguo puesto de guardaparques del paisaje protegido. Asimismo, empezó la tarea de reparación y pintura de la antena de comunicaciones. Y los trabajos de recuperación del edificio.
Ya en octubre se procedió al traslado de plantines de especies nativas desde la reserva Yate-í hacia el paisaje protegido. Fue el mes en el que finalizó la colocación de carteles.
En todo este tiempo, la relación con las comunidades mbya guaraní se acrecentaron. Desde celebraciones hasta jornadas ambientales y plantación de especies nativas frutales fueron parte de las actividades.