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Mujeres apasionadas dedicadas a la conservación y a la educación ambiental en Misiones

El 8 de marzo es una fecha muy especial, fuerte, no sólo de celebración, sino de reivindicación de derechos, de fortalecimiento de la memoria, de lucha por lo que falta y de reconocimiento. En el Día Internacional de la Mujer, queremos acercarles las reflexiones de tres de ellas, que se desempeñan en el Ministerio de Ecología de Misiones y que bien pueden resumir la historia de todas las que forman parte de la institución, porque hablan de abrirse camino, de romper moldes y de tender puentes.

Ser guardaparques, un modo de vida

Clara González es una de las 22 guardaparques que integran el cuerpo de la cartera ecológica y una de las 12 que cumplen funciones en Áreas Naturales Protegidas.
“Soy de Eldorado y tengo 41 años. Trabajo actualmente en el Destacamento Uruzú del Parque Provincial Urugua-í. En 1998 decidí ingresar porque me gusta mucho la naturaleza, estar en contacto con ella, observarla y vivir en ella”, resumió.
Lleva 16 años en la actividad y reconoció que hay que “hacerse un lugar luchando mucho, trabajando el doble que un hombre”.
Si bien admitió que ha habido un crecimiento en el ingreso femenino, aún hay mucho camino por transitar para que la igualdad plena asome en el horizonte. Reconoció al machismo y a la misoginia, “una cuestión cultural”, como las construcciones a demoler, como el desafío más inmediato.
“Es una linda profesión, que se transforma constantemente, que necesita sumar gente. No solo hablamos de la conservación de las áreas, sino de la naturaleza en sí”, sostuvo.
Clara se mostró una apasionada defensora de Misiones “como una provincia de vanguardia, al ser la primera que tiene un sistema de áreas protegidas con un Ministerio de Ecología”.
“Ser guardaparque es mi forma de vida. El Parque constituye mi segunda casa. Es una profesión hermosa. Disfruto la protección de la naturaleza. Me gusta saber que las ANP están cumpliendo su función de proteger uno de los elementos clave para la vida como lo es el agua”, sentenció.

Cuidar y proteger en el ADN femenino

Jessica Pacheco Díaz es Directora General de Ecología. Ella sostuvo que “como mujer, cumplimos muchos roles, esposa, madre, educadora y guía de nuestros hijos, trabajadoras, profesionales o administradoras del hogar. Siempre nos caracterizamos por ser empáticas con los demás, con la sociedad, con nuestros hijos, con nuestro entorno. Eso nos hace fundamentales al momento de cuidar el ambiente, de conservar lo que tenemos, de cuidar la economía, de reciclar, de poder reutilizar cosas que llegan nuestra casa, de poder cuidar el agua, la energía, las plantas. La base de nuestro pensamiento es cuidar y proteger al ser humano en la tierra”.
“Nuestra biología nos lleva a conservar, a dar, a proteger. Esto nos conduce a otro rol que es clave: la toma de decisiones en el área donde nos desempeñemos, en el hogar o en la profesión. Eso nos empodera, nos permite ser independientes, fuertes, capaces de salir adelante por encima de cualquier dificultad”, aseguró.
“Desde mi perspectiva como bióloga, siempre estoy aportando en lo que es el cuidado del medioambiente, en la conservación de los recursos que tenemos, en poder conocer cada día la riqueza de la biodiversidad que posee la provincia de Misiones. Buscar soluciones a problemas ambientales”, destacó.
Jessica agradeció y resaltó a las mujeres que integran su equipo de trabajo: “A las que luchan día a día, las que trabajan por la conservación en la selva o en la oficina. A todas ellas las caracteriza la pasión”.

Memoria viva

La Licenciada Ana Teresa Do Nacimiento es Coordinadora del Departamento de Educación Ambiental. “Desde el área sostenemos los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que no podrán cumplirse sin primero lograr la Igualdad de género y poner fin a la violencia contra mujeres y niñas”, subrayó.
Dijo que “en este día tan significativo, con la memoria viva traigo el recuerdo de las luchas y logros de dos mujeres, emblemas de las causas ambientales. A nivel nacional, la visionaria Yolanda Ortiz, doctorada en Ciencias Químicas, creadora del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA); a nivel provincial la ambientalista Pamela Daphne de Colcombet, una luchadora incansable por la conservación de la Selva Paranaense, defensora del equilibrio entre naturaleza y producción. Ambas fueron grande inspiradoras y promotoras de la Educación Ambiental”.
Puso especial énfasis en las “mujeres que hicieron historia. Yolanda Ortiz, pionera de las causas ambientales en Argentina. Fue la primera mujer en ejercer un cargo público de gestión ambiental en Latinoamérica, con una mirada holística abordaba las diferentes problemáticas a partir de la interacción entre sociedad y naturaleza. Como homenaje a su legado se sancionó en el 2020 la Ley Yolanda Nº 27.592, que tiene como objetivo garantizar la formación integral en ambiente, con perspectiva de desarrollo sostenible; con especial énfasis en cambio climático, para las personas que se desempeñan en la función pública”.
“En nuestra provincia otra luchadora incansable, Pamela Daphne de Colcombet, guardiana de la selva misionera, trabajó toda su vida por la conservación; gestionó y colaboró en la creación de los Parques Provinciales Piñalito y Esperanza. Mujer apasionada por la fotografía y curiosa por la naturaleza en todos sus aspectos, impulsora de múltiples proyectos, y siempre abierta a nuevas experiencia y conocimientos”, añadió.
Ana expresó su reconocimiento “a todas las mujeres que contribuyen y llevan bien en alto la bandera de las causas socioambientales, muy especialmente a las mujeres que participaron activamente y estuvieron al frente en el combate de los incendios forestales, héroes anónimas que pusieron su vida al servicio de la preservación de los recursos naturales y culturales de nuestra provincia”.