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Un centro de interpretación ambiental basado en la rica historia de San Pedro

Desde 2016, con la presencia de la guardaparque Mariana Palma, el museo Cacique Bonifacio Maydana de la Biblioteca Popular Thay Morgenstern de San Pedro se transformó en un centro de interpretación ambiental, poniendo en valor el patrimonio natural y cultural relacionado con la localidad. Es un atractivo más de la Capital de la Araucaria, donde se puede hacer un recorrido por su rica historia.
Hace unos días, uno de los proyectos en el que se venía trabajando desde la biblioteca desde 2019 fue presentado en sociedad: el libro “Malvinas, testimonios de la selva”, que recoge el relato de diez sampedrinos que combatieron en la guerra de las islas del Atlántico Sur.
“Lo que hacemos es conservación del patrimonio. El 70% de la superficie de San Pedro es selva. La comunidad tiene mucha relación con los recursos culturales y naturales de la zona. Aquí hay historias de obrajes, caza, grandes animales, etc”, señaló Mariana.
Recordó que quien durante muchos años fue gestora del museo, recibió muchas donaciones. “Cuando esa señora se murió hubo que reorganizar todo con un inventario y con contenido histórico relacionado a la localidad. Trabajamos arduamente en ordenar los objetos y generamos el contenido correspondiente”, comentó la guardaparque.
En la institución se resguardan colecciones biológicas de interés, como la de ofidios y cráneos de animales, “en el que colaboró la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado, a través de la carrera de Guardaparque”.
Mariana añadió que se hizo un rescate de fotografías de pobladores, a través de la convocatoria “La Historia de San Pedro en fotos”. Recibieron 300 mil fotos, ya digitalizadas.
“Otro proyecto es un fondo documental. Hay papeles que datan de 1890, en los que trabajó una archivóloga especialista en conservación de papel. Entre los documentos hay guías de extracción de madera de tiempos en los que los rollos sacaban en jangada por el río Paraná”, indicó Mariana.
Una joya del museo es también la colección de líticos. Las piedras fueron clasificadas y catalogadas por la Dra Lorena Salvatelli, directora del Museo Andrés Guacurarí.
“A lo anterior le sumamos el rescate de los testimonios de veteranos de la Guerra de Malvinas. En el libro se hizo hincapié en un concepto: desde el monte al hielo. Todos los ex combatientes tienen en común que vivían en la colonia, trabajaban en obrajes, llevaban una vida dura. Precisamente creen que sobrevivieron a la guerra porque tenían la experiencia del duro día a día en la selva, en zonas como Tobuna o Piñal Seco, donde era monte cerrado”, remarcó.
El museo y la biblioteca son un imán para los estudiantes, primarios y secundarios. También para los turistas. “Los colegios siempre responden a las convocatorias. A los chicos les mostramos la fina relación entre lo natural y cultural. Suelen maravillarse con el mural de cinco por tres metros que representa a la conformación del pueblo. También con las fotos. Precisamente ese recorrido fotográfico demuestra cómo fueron cambiando algunas costumbres. Por ejemplo, hay imágenes que muestran que antes la caza no estaba mal vista, situación que, afortunadamente, cambió con el correr de los años. Hay una foto de 1914 con un cuero de yaguareté como telón de fondo de un acto. Algo así actualmente es impensable. El sentido de preservación, de cuidado de nuestros recursos ambientales, está arraigado entre los más jóvenes”, reflexionó la guardaparque.